Al pintar, el tiempo se le suspende a uno o, acaso sería mejor decir, uno se reapodera del ritmo del tiempo propio. No se qué tiene la pintura y, al fin y al cabo, quizás tampoco me interese especialmente saberlo del todo, que es una de esas actividades que me invita y ayuda a cultivar lo contemplativo. Abro hoy esta nueva ventana en internet a través de la cual compartiré contigo mi andadura por el pintar. Gracias por tu tiempo y atención. También por tus comentarios.
miércoles, 3 de abril de 2013
ATARDECER EN URBASA, (2012)
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